Todos sabemos que una buena limpieza bucodental es imprescindible para tener una buena salud dental. El cepillado de dientes diario, unas tres veces al día después de las comidas hace que nuestra boca luzca reluciente y sana ¿Pero sabes que existen más utensilios que hacen de tu cepillado de dientes algo más completo? Pues sí, como lo oyes, puedes hacerte con un irrigador dental para complementar esa limpieza en casa. ¿No sabes lo qué es? Pues sigue leyendo que te lo explicamos.
¿Qué es un irrigador dental?
Es un aparato que aporta una limpieza en profundidad de tus dientes y tus encías mediante un chorro de agua a presión, con el fin de eliminar todas las bacterias que se han quedado ahí después de usar el cepillo de dientes y el hilo dental. ¿Te suena la técnica verdad? Pues claro, es la que usan los dentistas en sus consultas y tú no sabías que en casa podías hacerlo. Pues ya lo sabes y ahora te vamos a contar los beneficios de utilizarlo.
Beneficios del uso del irrigador dental
En primer lugar cabe decir que cualquier cosa que utilicemos para mantener unos dientes limpios ofrece beneficios, ya que todo lo que sea cuidarnos la boca, está bien. El irrigador dental por su parte ofrece varios beneficios a la limpieza diaria:
- Nos aporta encías más fuertes y sanas ya que las limpia en profundidad.
- Previene la aparición de enfermedades bucodentales como puede ser la periodontitis y gingivitis, teniendo además un mayor control ante la aparición de caries.
- Su utilización está recomendada para aquellas personas que tengan brackets ya que el agua a presión nos permite eliminar los restos que quedan atrapados en el aparato.
Así que si todavía no tienes un irrigador dental para tu limpieza bucodental diaria ya estás tardando en hacerte con uno.
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