Las aftas bucales, conocidas de forma coloquial como llagas en la boca son lesiones que aparecen en la mucosa de la boca y producen úlceras superficiales que son dolorosas. Las aftas orales en los niños son de color blanco y están rodeadas por un área roja y brillante. Prácticamente todos los niños en algún momento de su vida presentan este tipo de problema.
Las aftas bucales pueden aparecer en distintas partes de la boca: en la cara interna de la mejilla; en las encías o en el borde de la lengua. En muchos casos son lesiones aisladas que aparecen por roces o pequeños traumatismos. También pueden ser múltiples y aparecer en toda la zona de la boca y garganta. En este caso la mayoría de las ocasiones suelen ser de origen vírico e ir acompañadas de fiebre. Este tipo de aftas son frecuentes en niños pequeños.
Las aftas orales en la mayoría de los niños se presentan de forma esporádica. Sin embargo, también hay niños que presentan llagas en la boca de forma recurrente. En tal caso es importante acudir al odontopediatra o médico para determinar su origen. En ciertos casos pueden ser ocasionadas por un déficit de vitaminas del grupo B (B12 o ácido fólico) o de micronutrientes como el hierro o zinc. También es importante descartar que las aftas se produzcan a consecuencia de otras patologías.
¿Cómo se tratan las aftas bucales?
En el caso de las aftas bucales leves, que aparecen de forma aislada, en la mayoría de los casos no necesitan de un tratamiento concreto. Los enjuagues bucales o productos específicos que podemos encontrar en farmacias pueden ser suficientes para aliviar el dolor y facilitar su curación.
En el caso de que las aftas sean múltiples, vayan acompañadas de fiebre o sean recurrentes debemos acudir al médico para que determine el origen y nos prescriba un tratamiento adecuado (analgésicos como paracetamol para el dolor, tratamiento tópico antiséptico, etc.). En estos casos siempre es recomendable realizar durante el tratamiento una dieta blanda que sea fácil de masticar ya que uno de los principales problemas de las llagas en la boca, especialmente cuando los niños son pequeños, es que rechazan el alimento porque les produce dolor y molestias al masticar y tragar los alimentos.
Aunque en la mayoría de los casos las aftas bucales son un problema menor, también pueden ser un síntoma de una afección viral, un problema digestivo o una reacción alérgica. Además de detectar su origen es importante eliminar la molestia y dolor que originan en los más pequeños. Por ello lo más recomendable en estos casos es acudir al pediatra o dentista para que nos indique el tratamiento más adecuado.
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