Continuamente oímos los términos placa dental o placa bacteriana y su implicación en la aparición de caries y otros problemas bucodentales en las encías y enfermedades periodontales. Pero, ¿qué es exactamente la placa dental?
La placa dental es una estructura que se forma en la superficie de los dientes y en las encías como consecuencia de la adhesión y crecimiento de microorganismos, principalmente bacterias. Las principales causas de la aparición de esta placa es la falta de higiene dental de forma diaria o la utilización de una metodología incorrecta en este proceso.
En nuestra boca tenemos una gran cantidad de bacterias que conviven con nosotros. Las bacterias se adhieren a la superficie del diente y las encías de forma diaria y proliferan por capas haciendo uso para nutrirse de los restos de alimentos que ingerimos. Esta capa debe eliminarse diariamente con el cepillado de dientes, de lo contrario continuará el proceso de formación de la placa. Las bacterias irán creciendo (división) y acumulándose junto con los restos de comida formando una estructura que puede llegar a endurecerse (el sarro). La acción negativa sobre dientes y encías es ejercida por la actividad metabólica de estas bacterias. Así, la placa puede actuar sobre la superficie del diente provocando las caries (bacterias cariogénicas), pero también actúa a nivel subgingival deteriorando las encías y resto de tejidos de sostén del diente y provocando las enfermedades periodontales.
La principal forma de prevenir la aparición de placa dental es la eliminación diaria de el film de bacterias que se va a formar sobre nuestros dientes. El cepillado de dientes es fundamental para ello. Como parte de nuestra higiene bucodental también debemos tener bien presente el interior de las mejillas y la lengua. No debemos olvidar los espacios interdentales para lo que es importante el uso de hilo dental o de cepillos interdentales (cuidado con algunos de ellos). También debemos completar la limpieza e higienización de nuestra boca con la utilización de un enjuague bucal o colutorio.
La placa también se ve favorecida por el consumo de ciertos productos como alimentos azucarados (dulces, refrescos, golosinas…). Por ello debemos evitarlos, tanto para la salud de nuestros dientes como para nuestra salud general.
A pesar de llevar unos buenos hábitos de higiene bucal, con el cepillado tras cada comida para eliminar la placa bacteriana, es muy recomendable realizar limpiezas dentales profesionales en nuestras revisiones anuales con el dentista. En estas limpiezas profundas, realizadas por personal cualificado, se elimina la placa y el sarro de zonas de difícil acceso y de la base de los dientes en contacto íntimo con la encía.
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