Los sistemas de ortodoncia permiten solucionar problemas óseos y de posición dentaria, ambas alteraciones de gran importancia para una correcta funcionalidad de la boca y una adecuada salud bucodental. La ortodoncia fija es también denominada de forma no técnica como brackets, que hacen sólo referencia a la estructura que se fija a los dientes y sobre los que se aplicarán fuerzas y tensiones para corregir las alteraciones dentarias y óseas.
Una pregunta bastante habitual es cuál es la edad adecuada para usar brackets. Y la respuesta es que no existe una edad concreta como tal. La edad adecuada sería cuando nuestro ortodoncista detecta algún problema corregible mediante esta técnica y que nuestras características dentarias lo permitan. Pero claro, para detectar si necesitamos brackets cumplir con nuestro plan de revisiones dentales periódicas es fundamental.
A pesar de esto, está claro que la etapa de crecimiento, es decir, en los niños, la capacidad de modificar alteraciones óseas será más fácil que en adultos. Con la ortodoncia en niños se podrán corregir y guiar el correcto desarrollo de la mandíbula o el maxilar antes de su maduración. En la edad adulta las modificaciones óseas resultan más complicadas, en caso de poder hacerse.
Es por esto que la Sociedad Española de Ortodoncistas recomienda una primera revisión con el dentista sobre los seis años y antes de cumplir los siete, y a partir de aquí revisiones periódicas anuales para determinar si nuestros hijos van a necesitar brackets que se suelen colocar entre los 11 y los 13 años, cuando ya han mudado los dientes de leche. En los niños la realización de estas revisiones preventivas por parte del ortodoncista permiten detectar problemas óseos y de posicionamiento de dientes de forma temprana y ser corregidos con la ortodoncia antes de que se puedan convertir en un problema de mayor gravedad para su salud dental y la salud de nuestros hijos en general. Estas revisiones también permitirán detectar si el niño necesitará brackets y programar su colocación, ya que el uso de brackets demasiado pronto también puede tener contraindicaciones.
Actualmente son muchos los adultos que necesitan usar brackets, bien porque presentan problemas dentarios que no fueron corregidos durante su niñez o bien porque han surgido con posterioridad, por ejemplo: el apiñamiento de dientes; pérdida de piezas por extracciones; alteraciones gingivales; maloclusión, etc.
En la edad adulta la utilización o no de brackets la determinará nuestro ortodoncista según nuestra salud bucal (dientes, encías y huesos). Es evidente que la capacicad de moldear será menor y la velocidad a la que se realizarán las modificaciones también lo será. Así el tratamiento resulta más complejo además de implicar un mayor tiempo (una media de año y medio a tres años). También habrá que considerar más aspectos, como la salud general y tomar especiales precauciones con ciertas enfermedades como la diabetes.
No existe una edad recomendada para usar brackets, aunque cualquier modificación ósea o dentaria será mucho más efectiva y sencilla durante las etapas de desarrollo en niños que en edades adultas. Sin embargo, algunos problemas dentarios corregibles por brackets aparecerán en la edad adulta por lo que tendrán que corregirse en ese momento.
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